Los modelos de materia activa se componen de muchos elementos que interactúan. Cada elemento se describe típicamente por unos pocos grados de libertad (posición y orientación) y se rige por una dinámica disipativa muy simple. Sus interacciones también son bastante simples; por ejemplo, para bacterias consideran el volumen excluido y la alineación entre pares. Son, por tanto, un ejemplo prototípico de un sistema de no equilibrio, donde el carácter de no equilibrio está en la escala microscópica. Al estar compuesto de muchos elementos, se vuelve natural usar las herramientas de la mecánica estadística para describir las propiedades colectivas y emergentes de estos sistemas.
Durante los primeros tres años de este Núcleo el foco de estudio fueron los procesos fluctuantes genéricos de la actividad, además de la retroalimentación entre los distintos componentes y los flujos de información que integran la actividad biológica.